Lucky me

The journey

Muro de John Lennon (Praga)


No sé muy bien por donde empezar a contaros esta aventura, así que comenzaré con una palabra: "afortunada". 

El viaje del que os hablaré a continuación me ha hecho sentir la persona más afortunada, desde el inicio hasta el final; y por suerte a día de hoy esa sensación no se ha ido.


Llega un punto en tu vida en el que empiezas a replantearte seriamente lo que quieres hacer o conseguir con ella. Este punto me llegó a mi de sopetón, y es una sensación muy frustrante.

La mayoría seguramente se quedarían inmersos en sus pensamientos y rayadas durante días, pero sinceramente, el tiempo es demasiado valioso como para perderlo de esa forma, así que yo en vez de convertirme en una desquiciada de la vida, viajé. 

Y joder si viaje. 

Templo de Debod (Madrid)


Veinticuatro de enero de dos mil veinte.
Viajar con amigas a Madrid puede ser muy buena o muy mala idea, buena por la fiesta que te puedes montar y mala por exactamente lo mismo. 
En mi caso fue de las buenas.


Madrid-Praga

El día que me compré el vuelo no estuve nerviosa, el día en el que todo el mundo me decía que era una "atrevida" por hacer lo que iba a hacer, no me puse nerviosa; cuando todo dios me hablaba de valentía, tampoco lo estuve.
"Si viajar sola es algo normal" o "No soy echada pa'lante, simplemente tengo narices" me decía.

Olvidemos todo lo que acabo de decir, ya que es lo que me paso a mi al pisar el aeropuerto de Barajas. En ese puto momento estaba aterrorizada, "pero, ¿qué narices estoy haciendo?" me dije.
Entonces lo supe, supe que esto iba a marcar un antes y un después en mi vida veinteañera.

Al pisar Praga estuve literalmente todo el día esperando algo o a alguien. Inquieta. Creo que esta sensación es normal cuando nunca se ha viajado sola, afortunadamente fue disminuyendo al darme cuenta de que solo estaba yo, y nadie más.

Irónicamente al día siguiente ya no estuve sola, conocí a una persona en un tour con la que pase todo el día y toda la noche junto con sus amigos y amigas.
Mi cabeza lo único que pensaba entonces era: "Segundo día y ya de fiesta, ¡vaya puta crack!"

Día tres. Viaje a Dresde. Mi cerebro me chillaba: "Tienes un pequeño retraso por haber salido de fiesta y dormido tres horas cuando sabías que hoy te pirabas de viaje." 


Plaza del reloj astronómico (Praga)


Castillo de Praga










Casa danzante (Praga)

Le cogí un poco de amor-odio a Dresde, y es que en mi vida he pasado tanto frío como aquel día, incluso tuve que comprarme más ropa para no morir de hipotermia (exagerada), aún así, es una ciudad preciosa.
Viajé a Alemania porque tenía una conocida allí, así que de nuevo no estuve sola.




Catedral Hofkirche (Dresde)



Volví de nuevo a República Checa para estar un día más, ya que desde allí salía el transporte para viajar a mi siguiente destino: Budapest.

Esta ciudad me chutó una cantidad de autoestima insólita. Os explico.
Llegue a Hungría muerta, jamás había estado tan cansada (o eso pensaba yo).
A la hora de hacer el check-in me colocaron una pulsera con el nombre y dirección del Hostel: "para la gente que sale de fiesta desenfrenadamente" me dijeron; y yo como una pobre corderita respondí: "tranquilo, viajo sola, dudo que salga de fiesta." Inocente.
Fue entrar en la habitación, conocer a mis compañeros de cuarto y ni cuatro frases hicieron falta para que yo tres horas más tarde tuviese una caña en mi mano y estuviese yendo a Szimpla Kert, uno de los ruin bars más famosos de toda Budapest.

Estuve tres días en esta ciudad, los tres días salí de fiesta. Los tres días turistee. Los tres días fueron fantásticos. Los tres días fuimos a los ruin bars. Los tres días estuve acompañada, australianxs, canadienses, americanxs, gallegos, polacos, alemanes, así que una vez más no estuve sola en ninguno momento.

Parlamento de Budapest.

Árbol dedicado a Michael Jackson  (Budapest)


Plaza de los Héroes (Budapest)


Baños termales de Szécheni (Budapest)


Plaza Elisabeth (Budapest)

Mi hostel se situaba justo enfrente de esta última plaza que aparece en la foto, si viajáis a esta ciudad os lo recomiendo enormemente, se llama Hostel One Basilica.


Dio la casualidad que una de las personas que conocí en mi hostel de Budapest viajaba el mismo día que yo a Viena e incluso se alojaba en el mismo sitio, así que estaba claro que en mi siguiente ciudad tampoco estaría sola.

Viena me encantó, toda la arquitectura me cautivo, y es que no podías dar ni dos pasos sin pararte a mirar los edificios o las esculturas que adornaban la ciudad, y no hablemos de la Opera ¡qué maravilla!

Los días en Austria se hicieron cortos y las noches aún más.
Todavía conmemoro una noche en la que quedamos seis personas para tomarnos unas cervezas en la habitación y pasadas dos horas eramos más de veinte, ni yo se como llegamos a esa situación, lo único que recuerdo es que me lo pase como una cría. 

Escuela Española de Equitación (Viena)







Museo de Historia del Arte (Viena)


Comiendo la comida típica de Viena, el Wiener Schnitzel, junto con una ensalada de patata, riquísima.



Dije adiós a Viena y me fui a Bratislava para pasar dos noches allí.
Al llegar a esta ciudad jamás me hubiese imaginado que el hostel me iba a gustar más que la propia urbe.
En resumen, si queréis ir a visitar la capital de Eslovaquia con dos días más que suficiente, sinceramente no es una ciudad que sea famosa por su gran número de turistas. 
El hostel se llamaba Wild Elephants y allí conocí a los que ahora puedo llamar amigos míos, Ainara y Jonny, una chica de Toledo que reside en Londres y un chico londinense amante de la cerveza, una pareja que me enamoró desde el primer momento. 
Fiesta, cerveza, pub crawls y graffitis.


Foto desde la ventana de mi hostel al Old Town Hall (Bratislava) 



Ocho de febrero de dos mil veinte.
Vuelo de Viena a Edimburgo. 
Horas dormidas: Tres.
La causa: El pub crawl del hostel.

Ya sabía yo que Praga no iba a ser ni la primera, ni la última ciudad en la que iba a dormir menos de cuatro horas, aún así yo solo pensaba en la letra de una canción de Leiva: "Hazlo como si no supieras que se acaba, como si fueras a morir mañana." Y hostia que razón tenía el cabrón. 

El peor aeropuerto en el que he estado sin ninguna duda, o igual era yo, que no podía ni con mi alma. 
Tenía una resaca del copón, me acababa de bajar la regla y encima como no me entraban las cosas en la mochila (porque la hice rápido y mal) me puse más de cinco capas ropa y estaba al borde del asfixio. 

Por fin llegue a mi querida ciudad escocesa, a la que tanto quiero y a la que espero mudarme algún día de este año.
Edimburgo es mi ciudad favorita, no solo por sus calles de aspecto medieval, sino porque me transmite una paz, una tranquilidad y una alegría que ni mi propia ciudad. 
Llegue al hostel a las cinco de la tarde, y literal que me quede dormida hasta el siguiente día.


Glasgow, a una hora en tren de la capital. Nunca había visitado esta ciudad industrial, así que ya era hora. 
Reserve un free tour y lo que no me esperaba que pasara, pasó... conocía al guía. 

Flashback. Marzo de 2018. Primera vez en Edimburgo con una amiga, reservamos el tour de Harry Potter y el guía era de Bilbao, casualidades de la vida. Fue, aparte de majo, muy entretenido y divertido. Fin del flashback. 

Él se acordaba de mi amiga, no le culpo, yo también me hubiese acordado de ella, pero más bien porque era la más entendida del tema Harry Potter que ninguno de los otros presentes. El guía hizo memoria y dijo que también se acordaba de mi pero sinceramente, Jean (así se llama el) dudo que te acordases de mi. 
Finalizo el tour y fui a comer una de las comidas típicas escocesas de la que tanto me habían hablado, el haggi

Esto es un haggi.



Lo de abajo es morcilla, después tiene una capa de calabaza y puré de patata encima, está que te cagas de rico.


Estatua de Wellington (Glasgow)


Estación central (Glasgow)


Una calle chula de Glasgow.



Lo gracioso es que todas las fotos son del mismo día y en ellas podéis comprobar que el tiempo en Escocia es de lo más cambiante. Chispeo a la mañana, jarreo a la mitad de ella y a la hora de comer salió el sol, a la tarde volvió a jarrear. 

Mural del milagro de San Mungo (Glasgow)


Ayuntamiento de Glasgow.




Aproveche el día siguiente para visitar sitios en Edimburgo que aún no había visto, como Dean Village, que es un pueblecito muy mono en el centro de esta urbe. 
A la tarde empezó a nevar ¿y sabéis lo que hice? Me fui a tomar unas cañas con el guía majo y sus amigos. 
Así que Ana, una vez más, no estuvo sola. 
Las cañas empezaron a las cinco de la tarde y acabaron a las tres de la madrugada.
A las siete y media de la mañana del día siguiente me iba a las Highlands (tierras altas). Os podéis hacer una idea del sueño que tenía yo ese día.


Dean Village (Edimburgo)


Edimburgo

La verdad que fue un viaje muy bonito, visite el Lago Ness y la capital de las tierras altas, Inverness. Desgraciadamente, no pude ver al monstruo del lago. 






Inverness



Inverness


Esa noche al llegar al hostel, volví a salir con mi super amigo el guía y sus colegas. 

El día siguiente ponía rumbo a Londres, llegue a la ciudad inglesa casi a las doce de la noche así que no hice mucho.

Al día próximo camine más de 25km, para compensar lo del día anterior (mentira, es que el metro en Londres es más caro que ni sé y no quería gastar ni un duro)

Yo ya había estado en esta ciudad hace cuatro años, no es de mis favoritas pero necesitaba volver simplemente para ver uno de mis musicales favoritos. Llevaba queriendo asistir a este teatro más de siete años, se podría decir que era como un pequeño sueño por cumplir que tenía, y lo cumplí. 

No os podéis hacer una idea de lo mucho que llore, de lo muchísimo que me gusto y de lo maravilloso que fue. Y si, hablo de "Les Misérables".




14/02/2020
Día de San Valentín.
Tenía un free tour a las 11:00 pero como soy una rata y no quería pagar el metro, salí andando hacia el sitio muy temprano ya que era una hora de caminata. Por el camino me paré en una cafetería y el camarero me invito a una super galleta por el día del amor, me alegro toda la mañana.
Lo que también me alegro el día fue el tour y las dos personas que conocí en el, estuvimos juntos hasta la tarde.
Yo este día estaba demasiado contenta, contenta ya que a la tarde había quedado con Ainara y Jonny (la maravillosa pareja que vivía en Londres y conocí en Bratislava.)
Y nada, nos fuimos de cañas por Camden y acabamos de fiesta, "que raro".


Trafalgar Square (Londres)

Puente de la torre de Londres


¿Recordáis las resacas de las que os he hablado anteriormente? Pues no tenían nada que ver con la de este día, y lo peor de todo era que el checkout lo tenía a las diez de la mañana y mi tren no salía hasta las dos.
¿Qué hice? Quedarme dormida en la sala de espera del hostel.


Liverpool. Por fin, la ciudad que tanto quería visitar después de Escocia. La ciudad de mis queridos Beatles. 

Solamente tenía dos noches aquí y tenía que aprovecharlas al máximo. Mi idea principal era visitar todo lo relacionado con el grupo y después, si tenia tiempo, visitar el museo de The Beatles y The Cavern (el pub donde tocaba el grupo cuando vivía allí), pero no era mi gran prioridad. 

El primer día de turismo acabo y me dirigí al hostel, había sido un día muy inspirador ya que había pisado el mismo suelo que los cuatro integrantes de la banda había tocado, estaba bastante sensiblera. 


Estatuas de los Beatles en la Ribera del Río Mersey


Chinatown (Liverpool)


Me pedí una caña en el hostel y para mi sorpresa un majo argentino me acompañó. Al de un rato vino su primo y me invitaron a su plan de noche: ir a The Cavern, el pub donde los Beatles habían tocado más de 200 veces. Me apunte sin dudarlo. 

Llegué allí y una lagrimita calló, estaba emocionada. Y bailamos, y cantamos y disfrutamos la noche llena de canciones conocidas del grupo. 
Incluso puse mi nombre en la pared del pub como recuerdo de "Ana ha estado aquí."


The Cavern


El día siguiente viajaba a mi ultimo destino pero no sin antes ir el museo de The Beatles, cual visite con los argentinos del día anterior. 



No tuve ningún problema en el viaje, no me cancelaron ningún vuelo ni ningún bus, no se me atrasó ningún tren, hasta ese día. Tren de Liverpool a Manchester cancelado, pero la verdad es que me daba igual, al fin y al cabo son ciudades que están muy cerca y tarde o temprano me saldría otro tren, y así fue. 
Entré en el primero que salió hacia Manchester sin darme cuenta de que mi billete no iba a valer. Al llegar las puertas no me abrían, pero un segurata murciano me abrió la suya, ¡qué suerte la mía!



Gay Village, barrio LGBTI de Manchester.



Aproveche lo que me quedaba del día para descansar.
El día siguiente fue normalito, la verdad que esta ciudad no me gustó mucho. Compre unas cosas, visité museos y a la tarde ya estaba muy aburrida.
Empecé a caminar por las calles sin rumbo cuando de repente dos rostros conocidos aparecieron frente a mi: los argentinos de la ciudad anterior, ¡qué alegría!
El resto de la tarde la disfrute con ellos, nos despedimos y me dirigí al hostel.

Mi última noche del viaje y estaba deseando volver.
Deseaba volver a mi ciudad del País Vasco por varias razones, una de ellas era poder poner en práctica todo lo aprendido este mes y descansar, sobre todo descansar. 


Diecinueve de febrero de dos mil veinte. 
07:30 am.
Manchester - Bilbao. 



Y ahora me diréis que la palabra afortunada no describe a la perfección este viaje, porque si lo hace. Y yo sé que no todo el mundo es capaz o tiene el tiempo y presupuesto suficiente para hacerlo, por ello este término.


Y este fue mi fin del viaje y de la aventura, pero el principio de una nueva etapa.


Comentarios

  1. Ay Ana! Cuanto te envidio, cuando me contaste que ibas a hacer esta locura te envidié y te animé, creo que no hay nada más enriquecedor que viajar, pero si además lo haces solo... mucho más. Me ha parecido un post super interesante, aunque te pediría que hicieras otro contandonos como hiciste la combinación de los vuelos, como cogiste los hostels, y por cuanto dinero te salió el viaje más o menos, sería muy útil! Muchas gracias por compartir esto:)

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    1. Irene! Que alegría leer tu comentario guapa(:
      Pues me parece una idea bastante buena, me la apunto para el siguiente, creo que algunas personas se piensan que esto les puede salir un riñon y no es asi, muchas gracias!
      Y sí, creo que ha sido y será una de las experiencias más enriquecedoras y locas que he hecho nunca jajaja 💕💕💕

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