Aventura en Nueva York

N E W  Y O R K 2019

Puente de Brooklyn

¿Conocéis la sensación de sentir que pertenecéis a un sitio aunque no sea exactamente el lugar donde habéis nacido?
Pues es lo que yo sentí cuando pise Nueva York. 
Desde pequeños hemos estado viendo esta ciudad en la televisión, tanto el películas, series o anuncios; a que no es de extrañar que una vez que pisé la Gran Manzana me sentía como en casa, como si ya hubiese estado allí; todo me sonaba y todo era familiar. 
Nueva York es la protagonista de todas las series policíacas y ya iba con una imagen mala de ella y con miedo. El primer día que llegue, supe que estaba equivocada. La gente neoyorquina es maravillosa, simpática, muy abierta y dispuesta siempre a ayudarte. 

Han pasado más de tres meses desde que llegue de mi viaje, pero no hay día que no la recuerde.

Creo que la mejor forma para que entendíais lo que yo sentí es contándoos un poquito como fue mi viaje, y así cada vez que lea mis propias palabras, lo recordaré.

Panorámica de Manhattan desde el Ferry de Staten Island


Día 29 de agosto 2019, volamos de Bilbao a Madrid, y de Madrid a Nueva York. 

A la tarde-noche del mismo día llegamos al hotel "The Maxwell New York City" (muy recomendado), en pleno centro, a 15 minutos andando de Times Square, exacto, nada más llegar fuimos a ver uno de los recursos más famosos de la ciudad y alucine.
Hasta que no vi todas esas luces con mis propios ojos no me creía que estaba ahí. Un puto sueño hecho realidad.

En el hotel estuvimos solo 3 noches ya que nuestro principal alojamiento se encontraba en Tarrytown, un pueblo maravilloso a 40 minutos en tren del centro.

El tren lo cogiamos todos los días en Grand Central Terminal, esa que aparece en más películas que ni yo se. La primera vez que lo vimos estabamos atónitas, pero a medida que fueron pasando los días veíamos esa terminal como otra cualquiera, se hizo parte de nuestra rutina, eso y correr para no perder el tren.


Estación de tren de Tarrytown, NYC.


Fueron 17 días llenos de aventuras, clases de inglés, locuras, risas, lloros, gente nueva, gente borde, gente maja y lo único que estuvo conmigo en todo el viaje fue mi sonrisa, vivía un sueño, una película; estaba en un contante "Show de Truman", propio y personal, emocionante y fantástico a la vez. 


Recuerdo el día que fuimos al Soho como si fuese ayer, me acuerdo que pensé: "ahora, en este momento soy la persona más feliz del mundo." Nada ni nadie podía joderlo. 
Hablamos con toda la gente que nos encontrábamos, les hice fotos, estaba inspirada, sentía que la vida por fin tenía un sentido para mi, me encontré a mi misma en ese puto momento. Y nadie, nadie... salvo yo, sabrá jamás como lo sentí. 

Os voy a mostrar a continuación algunas de las fotos que saque en el Soho, espero que os gusten.






No hay mejor foto que la que transmite algo.





Asistimos a dos musicales, The Phantom of the Opera y Chicago, cada cual igual de espectacular.
Asistimos a la Fashion Week.
Asistimos a un Rooftop donde se veía el Empire State Building más reluciente que nunca.
Asistimos a un teatro callejero.
Nos quedamos dormidas en el tren y acabamos en un pueblo a tomar por culo a las tantas de la noche.
Hacíamos los deberes de clase como si de dos estudiantes estadounidenses se tratase.
Hacíamos pellas para ir a la gran ciudad.
Nos perdimos por Tarrytown y acabamos en Sleepy Hollow.
Asistí a Crossfit en East River con gente flipante.
Vimos el atardecer en un faro, y fue uno de los días más felices de mi vida.

Noche en Tarrytown, refrescandome en el rió Hudson. 

Pase de estudiante con EF Nueva York.

Faro de Tarrytown.

Este es el paseo que hacíamos diariamente para ir al Campus.

 Brooklyn.

Times Square.

Rooftop Fifth 230 con el Empire State atrás.

Crossfit East River.





Este viaje a marcado un antes y un después en mi vida. 


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